Los préstamos relacionados con bienes inmuebles son aquellos en los que se utiliza una propiedad como garantía del préstamo otorgado. Es decir, el prestamista tendrá derecho a quedarse con el bien inmueble en caso de que el prestatario no cumpla con sus obligaciones de pago.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que solo se pueden deducir los intereses pagados hasta un límite máximo de 9.040 euros anuales. Este límite se aplica de forma conjunta para todos los préstamos hipotecarios, incluyendo aquellos destinados a la adquisición, construcción o mejora de la vivienda habitual y también los préstamos relacionados con otros bienes inmuebles, como locales comerciales o segundas residencias.

En conclusión, los préstamos relacionados con bienes inmuebles pueden tener beneficios fiscales en el IRPF, siempre y cuando se cumplan las condiciones y límites establecidos por Hacienda. Para obtener más información y asesoramiento específico sobre este tema, es recomendable consultar a un experto en la materia.