La amortización acelerada en el Impuesto de Sociedades es una medida fiscal que permite a las empresas deducir un mayor porcentaje de sus inversiones productivas en bienes materiales en un periodo corto de tiempo. Se introdujo en España en el año 2009 y ha sido prorrogada hasta el 31 de diciembre de 2022.

La amortización acelerada permite a las empresas deducir hasta un 30% más de lo que podrían hacerlo con la amortización lineal (la tradicional de un porcentaje igual cada año) en los primeros años de vida de los bienes adquiridos. Por ejemplo, si una empresa adquiere una maquinaria que puede ser amortizada en 10 años, con la amortización acelerada podrá deducir hasta un 40% en los dos primeros años, mientras que con la amortización lineal sólo podría deducir un 20%.

En conclusión, la amortización acelerada en el Impuesto de Sociedades es una medida fiscal que permite a las empresas invertir en nuevas tecnologías y bienes productivos de forma más ágil, con el objetivo de aumentar su productividad y, al mismo tiempo, obtener ventajas fiscales en el corto plazo. Sin embargo, es importante planificar adecuadamente el uso de esta medida para evitar impactos negativos en la carga impositiva en los años siguientes.