Las partidas negativas en el Impuesto sobre Sociedades (IS) se refieren a aquellos gastos que no se pueden deducir de la base imponible del impuesto. Es decir, son aquellos gastos que no pueden reducir el beneficio obtenido por la empresa y, por tanto, no pueden ser restados a la hora de calcular el impuesto a pagar.

1. Gastos rechazados: Se consideran gastos rechazados aquellos que no están estrictamente relacionados con la actividad económica de la empresa o que no cumplen los requisitos establecidos por la ley para ser deducidos. Algunos ejemplos de gastos rechazados son los multas, los donativos y las sanciones administrativas.

3. Pérdidas por deterioro de inversiones: Cuando una empresa realiza una inversión y esta se deteriora, ya sea porque ha perdido valor o porque se ha vuelto improductiva, la diferencia entre el valor de la inversión y su valor actual se considera una pérdida que no se puede deducir en el IS.