En España, se aplican impuestos sobre las ganancias obtenidas por la venta de un inmueble por parte de un no residente. Estos impuestos también se aplican en el caso de operaciones con precio aplazado, es decir, cuando el comprador acuerda realizar los pagos en varias cuotas en lugar de pagar el precio total en la fecha de la compra.

Además, en caso de que el no residente haya adquirido el inmueble antes del 31 de diciembre de 1996, podrá aplicar una reducción del 3% por cada año transcurrido desde la adquisición hasta la venta. Esta reducción se aplica sobre la parte de la ganancia correspondiente al periodo anterior a 31 de diciembre de 1996 y puede llegar a ser del 100% si el inmueble se ha vendido después de 20 o más años.