La clave para entender esta situación es que, durante el periodo de baja por maternidad, la trabajadora no percibe su sueldo habitual del empleador, sino que recibe una prestación de la Seguridad Social por maternidad. Esto implica que la Seguridad Social es un pagador más a tener en cuenta en la declaración de la renta, ya que esta prestación también está sujeta a IRPF.

En resumen, durante una baja por maternidad, la Seguridad Social se considera como segundo pagador en la declaración de la renta, lo que puede tener implicaciones en la cantidad de impuestos a pagar o a devolver. Por ello, es importante tener en cuenta esta situación al realizar la declaración de la renta y consultar con un experto en IRPF en caso de dudas.