El Gravamen de la Base Liquidable General del año 2011 es una tasa que se aplica en España sobre la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Esta tasa se calcula en función de la base imponible del contribuyente, que es el resultado de restar de los ingresos totales las deducciones y reducciones aplicables a cada tipo de renta.

Para el año 2011, el tipo impositivo del Gravamen de la Base Liquidable General variaba entre el 24% y el 43%, en función del tramo de la base imponible en el que se encontrara el contribuyente. Por ejemplo, para una base imponible de hasta 17.707,20 euros, el tipo impositivo era del 24%, mientras que para bases imponibles superiores a 53.007,20 euros, el tipo impositivo era del 43%.

En resumen, el Gravamen de la Base Liquidable General del año 2011 era una parte importante del IRPF en España, que se calculaba en función de la base imponible del contribuyente y que podía verse reducido gracias a las deducciones y reducciones aplicables. Esta tasa era una de las principales fuentes de ingresos del Estado y su importancia radicaba en que permitía financiar los gastos públicos, como la educación, la sanidad o las pensiones.