Las ganancias y pérdidas patrimoniales forman parte de la base imponible general del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en España. Se refieren a las variaciones que experimenta el patrimonio de una persona como resultado de la transmisión de elementos patrimoniales, tales como inmuebles, acciones, participaciones en fondos de inversión, entre otros.

Para determinar la ganancia o pérdida patrimonial, se restará al precio de venta los gastos y tributos vinculados a la transmisión del elemento patrimonial, así como el valor de adquisición, que incluye el precio de compra más los gastos y tributos pagados en su momento. En el caso de inmuebles, también se podrán deducir los gastos de mejora realizados durante la tenencia del bien.

En resumen, las ganancias y pérdidas patrimoniales forman parte de la base imponible general del IRPF y deben ser declaradas en la declaración de la renta. Es importante tener en cuenta las exenciones y posibilidades de compensación para optimizar la tributación en este aspecto.