En España, los pagos fraccionados son declaraciones que realizan los contribuyentes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para adelantar parte del impuesto que deberán abonar en la declaración de la renta correspondiente al ejercicio fiscal. Estos pagos fraccionados son obligatorios para las personas que obtienen rentas del trabajo, premios y determinadas ganancias patrimoniales.

El segundo pago fraccionado, correspondiente al mes de octubre, consiste en abonar el 20% de la cuota correspondiente a los beneficios obtenidos en los primeros seis meses del año en curso. Por último, el tercer y último pago fraccionado se realiza en el mes de diciembre y equivale al 20% de los beneficios obtenidos durante los primeros nueve meses del ejercicio fiscal actual.