Los gastos financieros son aquellos costos derivados de la utilización de recursos financieros, tales como préstamos bancarios, créditos, intereses sobre deudas o cualquier otro tipo de financiamiento. En el contexto de la Declaración de la Renta en España, estos gastos juegan un papel muy importante ya que pueden ser deducidos en la declaración de impuestos, lo que permite reducir la carga tributaria de los contribuyentes.

Además de los intereses hipotecarios, también son deducibles los intereses de préstamos para la adquisición de otros bienes como automóviles o muebles, siempre y cuando se utilicen para fines profesionales. En el caso de los autónomos, los gastos financieros también incluyen los intereses de préstamos destinados a la financiación del negocio, tales como créditos para la compra de maquinaria o para la expansión de la empresa.

En resumen, los gastos financieros en la Declaración de la Renta son aquellos costos derivados de la utilización de recursos financieros que pueden ser deducidos con el fin de reducir la carga tributaria. Es importante tener en cuenta las normativas y límites establecidos por la ley en cada Comunidad Autónoma para poder aprovechar al máximo estas deducciones en la declaración de impuestos.