El término «Arrendatario no Residente» hace referencia a aquellas personas o entidades que, a pesar de tener un contrato de arrendamiento de una propiedad en España, no tienen residencia fiscal en el país. Esto significa que no están sujetos al impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) en España, ya que su obligación fiscal recae en su país de residencia.

A pesar de no estar sujetos al IRPF, los arrendatarios no residentes sí tienen la obligación de declarar el alquiler de la propiedad en España en su país de residencia y pagar los impuestos correspondientes. Además, en España también deben cumplir ciertas obligaciones fiscales, como retener y pagar el Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR) o presentar la declaración informativa (modelo 210) en caso de obtener beneficios económicos por el alquiler.