La adquisición inversa es un concepto que se utiliza en el ámbito fiscal para hacer referencia a una operación en la que se produce la compra de una empresa o participación por parte de sus propios socios o accionistas. Es decir, son los propios dueños de la compañía los que adquieren o compran la totalidad o parte de sus acciones o participaciones.

En España, este tipo de operaciones se regula en el Impuesto sobre Sociedades (IS) y en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). En el primer caso, se establecen una serie de requisitos y condiciones para que la adquisición inversa sea considerada como una operación no sujeta al impuesto. Por ejemplo, que la operación se realice al valor real de las acciones o participaciones y no haya un beneficio extraordinario para los adquirentes.

Es importante destacar que la adquisición inversa debe ser debidamente documentada y cumplir con todos los requisitos legales establecidos para evitar posibles sanciones fiscales. Además, es recomendable asesorarse con un experto en materia fiscal para conocer en detalle las implicaciones fiscales de este tipo de operaciones.